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Selección Colombia

Semillero, fútbol y pasión: hogar de Pékerman en Buenos Aires

El estadio en el que jugará la Selección ante Costa Rica, es un lugar especial para el DT. Los hinchas de Argentinos lo esperan ilusionados y el club le prepara un homenaje.

Buenos Aires
José, junto a su hermano Pablo.
José, junto a su hermano Pablo.Edición 4042, 25 de marzo de 1997Revista El Gráfico

La casa de José Néstor Pékerman queda en la localidad de Hurlingham, pero su hogar está en el barrio La Paternal. El estadio Diego Armando Maradona aún palpita con los recuerdos de José: jugador, técnico, insignia y fiel representante de los valores de Argentinos Juniors.

¿Recuerda a Pékerman? Una pregunta simple se convierte en un sinfín de halagos. Llegan los mejores recuerdos de un equipo especializado en exportar talentos pulidos con esmero, figuras preparadas para "jugar bien", esas dos palabras que se dicen fácil, pero denotan elegancia, pelota al piso, inteligencia, fantasía y gol. El Semillero del Mundo, le llaman, y José fue uno de los mejores maestros de esa cantera.

Son las 12 del día y como todos los domingos, Darío Vaccarini y un grupo de jóvenes hinchas/periodistas se encuentran en Radio General San Martín AM 610 para hablar de lo que más aman en la vida. Durante una hora discuten sobre el planteamiento de Argentinos ante Sarmiento, las ofertas por Cristian Ledesma, la continuidad del portero Luis Ojeda…

Y sobre Pékerman, quien regresa el próximo 6 de junio. Abren las líneas para que los oyentes opinen y los teléfonos empiezan a sonar. Sobran las historias, pero destacan dos: la de Bruno quien asegura que festejó el ascenso de 1997 abrazado a José en la tribuna popular del estadio; o la de Roberto, quien afirma que lo conoció hace muchos años y que es “un tipo bárbaro, un ejemplo de humildad y de decencia, un señor que nunca habló mal de nadie”.

Pékerman se hizo futbolista en Argentinos. Llegó cuando tenía 14 años por invitación de un amigo y debutó un par de meses antes de cumplir 21, el 12 de julio de 1970 en un partido ante San Lorenzo de Almagro. Fue protagonista de un equipo que brilló durante tres temporadas y que formaba con Spinlinga, Marenda, Urchevik, Nicieza, Tardivo, Cicarello, Zuviría, Pena, entre otros. Dejó el club en 1974, tras fichar por el DIM y allí puso fin a su carrera como jugador a causa de una lesión.

Su empeño y esos lazos que impiden abandonar las cosas queridas a pesar del paso de los años, lo llevaron de regreso a Argentinos, primero como asistente del técnico Ricardo Trigili y luego como responsable del fútbol de base del club durante un periodo brillante por los títulos y jugadores como Batista, Redondo, Sorín, Cambiasso y Riquelme, que surgieron en esos años de trabajo de Pékerman como director de las inferiores.

¿Pero cuáles son esos valores del Bicho que se reflejan en el estilo de los equipos que Pékerman dirige? Habla la voz de la experiencia:

“En lo futbolístico, la pelota al piso y jugar al toque. Como formador de gente, los equipos que él dirigió tenían muy poca violencia, jugaban muy bonito, no se dedicaban a destruir, sino a generar juego”, Hugo Lauler, socio de Argentinos desde hace más de 50 años.

“José es una marca registrada en el fútbol argentino. Es un hombre al que le gusta la pelota al piso, al que le interesa que la gente se divierta más allá del triunfo. Si bien Diego (Maradona) fue el pionero, el nombre de Semillero del Mundo se lo debemos en gran medida a él porque la mayoría de jugadores argentinos destacados en la década del 90 pasaron por sus manos”, Darío Vaccarini, socio de Argentinosdesde hace más de 40 años.

“Pékerman ha transmitido a lo largo de su carrera como técnico y como formador, una idea de sentir el fútbol, una idea de buen juego. Lógicamente ganar es importante, pero también lo es el cómo. Una idea distintiva suya es la de mantener los valores en el campo de juego, justamente esa condición lo hace una persona destacada”, Fabián Pardo, socio de Argentinos desde hace 45 años.

Argentinos lleva una vida austera en lo económico y en lo deportivo. Ha ido y venido de la segunda división en varias oportunidades, pero tiene prestigio de buen fútbol y eso le compite la chequera de otros clubes. Así lo describió Pékerman en el libro “110 AAAJ. De mártires a Bichos” de 2014:

Me hacen reír cuando hablan de equipo chico o grande. Nosotros fuimos grandes porque entrar a la cancha era jugar bien, divertirnos y disfrutar nuestra manera de jugar, sin importar el oponente (..) A mí me gustaba el tema de transmitir lo que era el fútbol, y tuve la suerte de hacerlo en Argentinos, donde enseñé pero también aprendí mucho (...) Hoy estoy con otro proyecto pero mi cabeza no deja de estar en el club. No me interesan los reconocimientos ni los cargos. Los que somos del Bicho queremos todos lo mismo: lo mejor para la institución. Y si algún día se da, y es lo mejor, no tengan dudas de que estaré en casa nuevamente. Siempre digo que vos podes estar en el mejor país del mundo en lo material o en el mejor club del mundo en lo material, pero no es el tuyo, no es el que uno vivió

Queda claro por qué Argentinos es aún el hogar de Pékerman y un lugar en el que su pasión es correspondida.