Millos cae en Envigado pero ratifica tiquete a la semifinal

El jueves el gol que más celebró Ricardo Lunari fue el tercero, el cabezazo de Fernando Uribe.

¿Por qué? Porque sabía que con un 3-0 en la ida era muy difícil que se le escapara el cupo a la semifinal. Era el gol clave, era el gol de la clasificación.

Después llegó el 4-0 y el tema se hizo más fácil para la vuelta.

Ese efusivo festejo del DT de Millonarios en el banco norte del Campín se sustentó este domingo en el Polideportivo Sur.

Envigado, que sabía que necesitaba golear para avanzar, no se entregó y vendió cara la derrota y la eliminación.

Los que pensaban que la llave estaba sentenciada y que El Azul iba a jugar con comodidad en territorio antioqueño, se equivocaron y por poco se llevan una sorpresa porque el local mejoró su rendimiento y puso en aprietos a la defensa rival.

Yoni González abrió la cuenta en el cierre del primer tiempo y la luz naranja se encendía al final del túnel. Faltaban tres para llevar la definición a los penales.

En el arranque del complemento ‘El Pocho’ anotó su sexto gol en Colombia y volvió a elevar la ventaja de la eliminatoria a cuatro tantos.

Pero a los pocos minutos el exquisito volante John Méndez, uno de los mejores del campeonato, dejó un golazo para el recuerdo que volvió a acortar las distancias.

“Lunari se voltea y le dice a sus asistente: ¡qué persistente es este Envigado!”, comentaron en la transmisión de televisión.

Y era verdad. Al equipo de Juan Carlos Sánchez jamás le importó que el reloj se había convertido en su peor enemigo y nunca bajó los brazos. Atacó hasta el último suspiro y dejó sus gotas de sudor y vergüenza deportiva en la cancha.

Millonarios, ya con el plan de contingencia en la cancha (Máyer y Maxi), buscó la victoria para terminar la serie en casa y solamente le alcanzó para empatar parcialmente (Fernando Uribe marcó su gol número 13 y se convirtió en el nuevo artillero del Apertura) porque Yoni González se fue de doblete y dejó la pizarra 3-2.

El tiquete se confirmó con el pizato final y el sueño de volver a una final comenzará en Bogotá y termina en Palmaseca.

Lunari tenía razón… por el festejo del 3-0 en El Campín y por la calidad del rival que acaban de eliminar.