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América

Escobar: “Es el momento de ser el técnico de América”

‘El Pibe del barrio del obrero’ sostuvo: “me duele en el alma ver el momento del equipo”, y se postuló para suceder en el cargo a Fernando Velasco.

CaliActualizado a
Escobar, junto a Frankie Oviedo y Jersson González.
Héctor Fabio Gruesso AS Colombia

Fernando Velasco no encuentra la respuesta que le permita salir airoso de los dardos de los periodistas, se enreda en su telaraña. Esclavo de sus palabras termina por exasperar a los seguidores del América, cada vez más perturbados, cada vez más impacientes.

El DT de los americanos sostiene que su equipo tiene gol, que es fino en la puntería, que “hay futuro”, sin embargo, suman seis fechas sin celebrar una victoria. Al tiempo, reconoce que su discurso frente a los medios no puede ser el mismo que les dirija a sus jugadores. “Voy a seguir defendiendo a mis soldados”, sostiene.

Tras el mismo juego que el América le empató al Quindío 2-2, el experimentado mediocampista antioqueño Néider Morantes, quien anotó el gol de la igualdad, fue más directo: “Es preocupante y nos tenemos que preocupar individual y colectivamente. El éxito de un equipo se debe al orden dentro de la cancha. Estamos haciendo mal las cosas. Soy el primer crítico, acá nadie se salva”

Mientras tanto, Alex Escobar, quien se postuló iniciando el pasado febrero para llegar a la dirección técnica del América, reiteró su deseo de llegar al cargo.

“La ilusión siempre está y los objetivos los mantengo claros. Me he preparado para que la dirigencia del América me brinde esa oportunidad. Me duele en el alma ver al equipo así y en esa posición. Mantengo la ilusión de dirigir al América, con el respeto que se merece el profesor Fernando Velasco, quien es un gran entrenador”, sostuvo ‘El Pibe del barrio Obrero’ a AS Colombia.

¿Qué análisis hace del momento deportivo del equipo?

“Uno lo analiza como una persona de fútbol. Veo todos los partidos porque soy un apasionado y hago mi análisis táctico. Pienso que hay muchos problemas en la parte deportiva, no hay cohesión de grupo… unos jugadores dicen que están jugando muy bien, otro que falta trabajo colectivo, que hay mucha individualidad. El médico Ochoa decía que ganar no es todo, es lo único y eso se ha perdido en el equipo. Es lamentable que un equipo como América haya perdido su idiosincrasia”.

¿Qué se debe hacer para reordenar el camino?

“América tiene que traer jugadores para la segunda fase. Está muy distante del primer lugar y tiene complicada su presencia entre los ocho. Hay que traer jugadores que sepan lo que es jugar con presión, con estadio lleno, jugadores que tengan carácter ganador, y sumarle a ello la capacidad del técnico. Es el momento de que me den la oportunidad de dirigir al América. Soy un referente de la institución. Además, siento a la hinchada golpeada, resentida con el equipo y eso me duele”.

Al ver el momento que está viviendo el profesor Velasco, ¿piensa que se libró de ese mal?

“No. La vida es de oportunidades y hay que tener el carácter y la personalidad y yo tengo esa ilusión. Los buenos entrenadores se ven en los malos momentos, no cuando el equipo está en la cúspide”.

¿Qué pasó la noche de la elección del actual entrenador del América?

“Hice una exposición muy emotiva. El señor Armando Basto (directivo) me lo reconoció, porque llevamos un proyecto completo, con misión, visión, objetivos, con la propuesta para las divisiones menores. Fue una exposición completa y lo hicimos con el corazón y la mente. No se pudo porque Dios sabe cómo hace las cosas, sin embargo, seguimos con la ilusión, porque la vida es de retos y ojalá se me dé la posibilidad de dirigir al América en propiedad”.

Es una enorme responsabilidad, porque es ascender o ascender…

“Sí, hay que tener la espalda ancha, y creo que la tengo para aguantar todo. Es duro el momento deportivo del equipo, pero con el corazón, quiero esa oportunidad. Para dirigir al América hay que conocer la idiosincrasia del equipo, recuperar la mixtica. Hay que volver a tener ese orgullo de pertenencia que tuvimos nosotros. Hay que ganar desde que se juega el ‘bobito’ y el ‘boli pie’ en el entrenamiento. Ahí se hace fuerte el equipo con miras a la competencia, y yo sé qué es eso, porque yo sudé y sentí la camiseta”.