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Los 34 del crack: Omar Pérez repasa lo mejor de su vida
En víspera de su cumpleaños 34, el ‘10’ de Santa Fe revive los momentos más importantes de su vida y recuerda a uno de los grandes jugadores del fútbol argentino.
Omar Sebastián Pérez es un jugador que en la cancha irradia un talento difícil de apagar, pero que afuera se convierte en un personaje al que no le gusta figurar. Lo hace por timidez, no por arrogancia.
Desde que Santa Fe inició la pretemporada de 2015, uno de los retos de AS Colombia fue hacerle una gran entrevista al símbolo actual del equipo que en diciembre le puso la octava estrella a su escudo y de nuevo gritó campeón. Uno de los cracks del fútbol colombiano.
Omar aceptó hablar. Su cumpleaños 34 fue la disculpa ideal para hacer un recorrido por los capítulos más importantes de su vida, que en el fútbol está marcada por una lesión que casi arruina su sueño de ser un profesional exitoso y de convertirse en la leyenda vigente de Santa Fe.
Capítulo I: “ A Santiago del Estero voy a cargar baterías”
Omar Pérez nació el 29 de marzo de 1981 en Santiago del Estero, una ciudad ubicada en el norte de Argentina. “Es mi lugar, mi cable, a donde por lo menos una vez al año tengo que ir a cargar las baterías”, dice.
Pérez inició su carrera en Atlético Güemes, el club de su barrio al que ingresó a los 7 años y del que aún se profesa hincha, tanto así que cada vez que gana un campeonato lo festeja poniéndose la camiseta.
Capítulo II: El fútbol está en su ADN y el baloncesto es su pasión
“Ser futbolista es algo que llevo en la sangre. Mis abuelos tuvieron que ver con este deporte. El materno era árbitro y el paterno, futbolista. Mi papá jugó en muchos lugares y alcanzó a hacerlo en segunda división”, asegura.
Omar reconoce con ilusión y alegría que el amor por el fútbol lo heredaron también sus hijos y que es parte del ADN de la familia Pérez Marcos. Thiago y Franco son tan apasionados como él, pero aún así el ‘10’ de Santa Fe les inculca que la prioridad es el estudio.
“Mis hijos aman el fútbol, pero a diferencia del padre, yo prefiero que estudien primero. Seguramente, con el paso de los años y de sus decisiones, van a tener el fútbol presente. Lamentablemente, yo no pude terminar una carrera distinta y me gustaría que ellos lo hicieran”.
Para quienes no lo saben, Omar es un apasionado por el baloncesto y lleva su cabeza rapada en honor a uno de sus ídolos, Michael Jordan. Confiesa que de no haber sido futbolista “habría sido kinesiólogo o habría estudiado algo relacionado con la medicina deportiva”.
Capítulo III: Colombiano de corazón
Aunque orgulloso de ser argentino, Omar se siente colombiano ya que esta tierra lo ha acogido durante los últimos 10 años. Acá nació su hijo menor y ha festejado la mayor cantidad de logros de su carrera (6 títulos y 96 de los 104 goles que ha marcado). Pese a que aún no tiene en su poder el documento que lo acredita como nacionalizado, en su corazón está tatuada la bandera ‘tricolor’.
“Los papeles quedaron ahí, no hubo ningún avance, pero siempre he dicho que me gustaría nacionalizarme colombiano. Son 10 años en el país, un hijo nacido en Medellín y lo único que falta es el papel, ojalá se pueda dar. Es como a veces, molesto a mi esposa con el tema del casamiento, el papel no me hace la diferencia en nada”, (vive en unión libre).
Capítulo IV: La nacionalidad de sus hijos, una maravilla
El hijo mayor de Omar Pérez nació en Argentina y el menor, en Colombia. Ambos representan las nacionalidades que el ‘10’ lleva en un su corazón.
“Soñaba con tener un hijo sano, porque es un regalo de Dios, pero que te nazcan dos varones y que les guste tanto el fútbol también es una bendición. Ellos compiten y hablan mucho. El hecho de tener un colombiano en la familia es muy lindo, además porque se vive una competencia entre hermanos. Para uno el favorito es Messi y para otro, James. Para uno es ver todos los partidos de la selección Argentina y para el otro, los de Colombia”.
Capítulo V: “Todo lo que sé, lo aprendí en Boca Juniors”
Pérez ingresó a Boca Juniors a los 15 años. “Todo lo que sé lo aprendí ahí. Todo lo que hoy en día puedo desplegar o hacer dentro de una cancha lo aprendí en Boca. Con diferentes personajes, con grandes compañeros y con una convivencia inolvidable”.
Pero un año después, en un partido de quinta división contra San Lorenzo, se lesionó en la rodilla derecha. Fue operado del menisco, pero cuando regresó a las canchas sus problemas físicos continuaron y de nuevo fue intervenido quirúrgicamente. Le diagnosticaron artrosis en esa rodilla. Varias personas le recomendaron retirarse del fútbol. Él lloró y vivió el duelo, pero se hizo más fuerte y siguió adelante con el sueño de ser futbolista profesional.
“Soy un cabeza dura. Dejé mi familia a los 13 años, abandoné todo, mis amigos, mi lugar, mis hermanos y todo por un sueño: el fútbol. En tres años ver que podía perder esa opción me parecía ilógico, quizá los médicos tenían sus razones. Lloré mucho por ese tema, no me entraba en la cabeza dejar el fútbol. Luché conmigo mismo, muchas veces me pregunté por qué lo hacía si los médicos habían dicho que lo dejara. Pero, gracias a Dios, eso también tocó la parte más profunda de mi personalidad”.
“Seba”, como le dice su familia, no abandonó su anhelo y continuó en Boca, donde marcó su primer gol como profesional, logró su primer tanto en Copa Libertadores y consiguió seis anotaciones vestido de ‘Xeneize’. Fue campeón en cuatro ocasiones: dos en el torneo argentino (2000 y 2003) y otras tantas en la Copa Libertadores (2000 y 2001).
Capítulo VI: “Juan Román Riquelme es como un padre para mí”
Así recuerda el ‘10’ de Santa Fe a sus compañeros de Boca, en la época en que él era un juvenil con ganas de ‘comerse’ el mundo entero pese a que su rodilla derecha le impedía ganarse la confianza de directivos y técnicos.
“Por la posición en la que juego, lógicamente que a Juan Román Riquelme le aprendí mucho, pero no puedo dejar pasar a tantas personas que te enseñan no solo en lo futbolístico sino también en la vida. Tengo gran admiración por Cristian Traverso, Óscar Córdoba, Mauricio ‘Chicho’ Serna, Jorge el ‘Patrón’ Bermúdez, que son un ejemplo de trabajo para todos los chicos que quieren crecer. Son espejos increíbles”.
Pero fue Riquelme quien le marcó la vida futbolística a Omar Pérez. “En esa parte, Román es como un padre para mí”.
Capítulo VII: “El fútbol de Colombia tenía grandes expectativas para mí”
En el 2004 llegó a Junior de Barranquilla, donde logró un título, marcó 15 goles, enfrento a Boca en octavos de final de la Libertadores 2005 y le anotó gol, aunque por respeto no lo celebró, pero si besó su rodilla derecha luego de esta anotación.
“El fútbol de Colombia tenía grandes expectativas para mí, me habían ofrecido varios lugares en Chile y México, pero no sé por qué me decidí por Junior. Llegué a una ciudad muy linda, a un equipo conformado por muchos jóvenes, se armó un equipo bárbaro, a tal punto que en diciembre de ese año se logró el título y fue un premio al enorme trabajo de esos chicos”, recordó.
Luego pasó por Jaguares de Chiapas, en México (2005), para volver a Colombia y jugar con Real Cartagena en 2007 (allí marcó un gol y el equipo se fue al descenso) y con el Independiente Medellín en 2008 (anotó 10 goles y quedó subcampeón).
“Cada equipo tiene su momento y es indudable que cada uno guarda un espacio en mi corazón. La decisión de ir es porque uno quiere, disfruté mucho en cada ciudad, en cada equipo y lo viví intensamente porque eso me enseñó a crecer día a día. Cada ciudad tiene su encanto, me ha tocado estar en ciudades de la costa, intermedias como Medellín y ahora en la altura de Bogotá, cada una tiene su forma distinta de vivir y por eso lo disfruto tanto”.
Capítulo VIII: “De Santa Fe no me voy a menos que me echen”
Omar Pérez llegó a Independiente Santa Fe en el 2009 por pedido del entonces técnico del equipo, Hernán Darío ‘Bolillo’ Gómez. Desde aquella época, precisamente, el equipo ‘cardenal’ retomó su momento de gloria, se volvió ganador y gracias a sus anotaciones y sus ‘pasesgol’ ha conquistado cinco títulos: una Copa (2009), dos Ligas (2012-I y 2014-II) y dos Superligas (2013 y 2015).
“Son seis años en este club. Creo que de aquí no me voy, a menos que me echen. Es el lugar donde me siento bien, donde mis hijos disfrutan y cuando el grupo familiar se siente cómodo es todo muy lindo, porque te hace el trabajo más fácil y no estás pendiente de otras cosas. Se vive bien”.
Omar, capitán del equipo, ha sido fundamental en esta grandiosa era de Santa Fe. El ‘10’ ha logrado 70 goles vestido de rojo y blanco, pero lo más valioso para él han sido sus asistencias, su principal virtud.
“Anotar no es algo que me desviva, lo mío no es el gol sino el pase gol, que en cuanto a premio tiene mas valor. Gracias a Dios se han dado y le han ayudado al equipo a conseguir los objetivos”.
Varios técnicos han dirigido al argentino en el cuadro ‘cardenal’, pero el actual, Gustavo Costas, quien lo hace recordar su país natal, ha sido, como él mismo lo manifiesta, un entrenador sin fallas.
“Es un gran motivador y una gran persona. Gracias a Dios lo tenemos nosotros. Es un loco que sabe mucho, tiene gran recorrido, por algo ganó todo lo que ganó en los países en los que ha estado. No hay un pero, la convivencia con él es algo muy lindo”.
Capítulo IX: Los gustos del ‘crack’ fuera de la cancha
Comida colombiana: “Me parece excelente”.
Plato favorito: “Hay diferentes. Aquí hay platos típicos en cada ciudad, algo nuevo para mí, y estuve en tres ciudades diferentes. Pero me acomodé muy bien a la comida. Mi hijo el menor sí es amante de la bandeja paisa y por él, dos veces a la semana todos la comemos”.
Plato argentino favorito: “Hoy en día en Colombia se consigue de todo, quizá lo que hace falta es la mano de la mamá, porque esa no se reemplaza. Pero igual tratamos de hacerlo todo: asado, milanesa y ñoquis”.
Música favorita: “Cumbia, folklore y vallenato”.
En el baile: “Nos defendemos”.
Deseo de cumpleaños 34: “Que mi familia siga teniendo la salud que tiene. No voy a pedir nada especial”.
Historia más relevante de su vida: “El nacimiento de mis hijos me marcó muchísimo. Es el sentir de una persona que se va sola de su país, no incómodo, pero sí entré signos de pregunta. Y el nacimiento de mis hijos me marcó mucho y hoy disfruto de ellos, no hay historia que se compare a la de esas dos personitas que me alegran tanto mi vida”.
Este domingo 29 de marzo, cuando Omar Sebastián Pérez festeje su cumpleaños 34 (su séptima celebración en casa santafereña), espera al fin que la vida le permita conquistar el título de Copa Libertadores. La cereza que le falta a su postre.
“La asignatura pendiente es el título de Copa Libertadores, luchamos y peleamos para eso. Todos los años llega el momento de buscarlo. Mientras la convicción y la mente estén puestas en que se puede lograr, seguramente va a llegar el día. Uno trabaja para eso y mentalmente esta predispuesto a que las cosas se den”.
Felicidades a quien prefiere expresar lo mejor de su talento en una cancha de fútbol, con un balón y un ‘pasegol’ que ha permitido a los hinchas de Santa Fe gritar ¡campeón!.