Caracol Radio
NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Hernán Peláez

Pela y pena

Bogotá

El Cali necesitaba de afán ganar y golear a un rival supuestamente fuerte. Lo consiguió por 5-1, marcador más que suficiente para acallar los rumores sobre problemas internos y desespero de “El Pecoso” Castro por encontrar un esquema serio y funcional.

Si Cali, encabezado por Santos-Borré, borró literalmente a Millonarios, no menos cierto resulta el desastroso juego de los azules. Que entre miércoles y domingo sufrieron dos derrotas, dejaron ir seis puntos, en Ibagué y Palmaseca, recibiendo seis goles en el global y anotando apenas uno.

Un lector y oyente de fútbol, Jordi Enrique Buitrago, me escribió un largo y desesperado mensaje sobre su Millonarios. Entre las muchas preguntas válidas hizo esta: ¿Por qué los hinchas de Millos, no podemos disfrutar como lo hicieron nuestros abuelos y papás?

Solo se me ocurre una respuesta. Porque lo primero es tener buenos jugadores. De categoría. Buenos técnicos y mejores dirigentes; si no alcanza siquiera una de esas condiciones, está mal el asunto.

Hablando del juego en sí, Millos se entusiasmó con un gol muy temprano después de un cobro de Insúa que Nasuti convirtió en autogol. Poco duro la euforia, porque el primer tiempo se fue 3-1, con múltiples errores defensivos, si aprovechados por los rápidos delanteros y volantes del Cali.

Para acabar de ajustar, comenzando la complementaria, llegó el cuarto gol y así fue cuestión de esperar por el quinto, ante un Millos sin reacción, con alguna noción de orgullo que finalmente se llevó una pena y causando pena entre sus hinchas.

La semana que comienza es de reflexión y al menos, como se venía advirtiendo, en casa pueden estar los puntos. Como visitante, pobreza en resultados y en manera de jugar. Si no consigue triunfo en la próxima confrontación en El Campín, arreciarán las críticas y dolerá mucho más el alma azul después de esta caída estrepitosa.