¡Qué final! Un partido cargado de emociones, disputado hasta el último aliento por todos, con cuatro goles, dos tiros al palo, dos lesionados arrasados en lágrima, ...
PorAlfredo Relaño
El miércoles, cuando marcó su gol, que era el tercero, Marcelo corrió hasta Zidane para ponerse de rodillas ante él, y luego abrazarle. Fue un gesto curioso, una forma de reconocimiento.
PorAlfredo Relaño
Agustín Martín