Bernabéu trajo a Di Stéfano, no hay más que explicar. De Carlos hizo su gran esfuerzo por Cunningham, que le salió mal. Mendoza se volcó en Prosinecki, que tampoco pitó.
PorAlfredo Relaño
Bernabéu trajo a Di Stéfano, no hay más que explicar. De Carlos hizo su gran esfuerzo por Cunningham, que le salió mal. Mendoza se volcó en Prosinecki, que tampoco pitó.