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GIRO DE ITALIA

Daniel Martínez, el ángel de Egan en la carretera

Dani fue el apoyo que el líder necesitó en el día malo del Giro. El gregario tenía en mente el podio, pero ante la dificultad de su jefe, no lo pensó.

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Daniel Martínez, el ángel de Egan en la carretera

"Hoy, Daniel Martínez fue mi ángel de la guardia". Palabras de Egan Bernal en sus redes sociales, luego de la etapa 17 del Giro de Italia. Aceptar que un rival hizo todo mejor también es una consecuencia de la grandeza y tanto Bernal como Martínez dieron el mérito respectivo a Simon Yates, a quien lo único que le faltó fue ganar en Sega di Ala, luego de un gran día.

En contraste con lo que pasó con Egan. "Aguanté uno, dos ataques. Pero en el tercero ya no pude más". Se refería a la presión que puso encima suyo el británico, que al final logró recortarle 53 segundos acompañado por Joao Almeida. El joven portugués que fue el único que pudo seguirle el paso.

En el tercer ataque del ciclista del BikeExchange comenzó el drama. Egan perdió su rueda, Yates aprovechó el momento y Martínez no escuchó el llamado de auxilio de su líder, "realmente había mucho ruido y no alcancé a escuchar", dijo al terminar la etapa. Martínez nunca perdió la rueda de Yates, hasta que se dio cuenta de que Egan no iba tras él.

Fue ahí donde el ciclista de 24 años, nacido en Soacha y actual campeón del Criterium del Dauphiné, supo que tenía que continuar con su labor de gregario -cómo si lo que había hecho hasta el momento no hubiera sido suficiente- y también de psicólogo. O de ángel. Egan ganó en Campo Felice y en Cortina d'Ampezzo, recortó tiempo en Montalcino y en Zoncolan. Pero ver a un colombiano apoyando a otro fue tan emocionante como ver sus triunfos.

Las arengas de Daniel salieron del alma. La imagen de su desespero y sus gritos no solo ayudaron a que Egan no se diera por vencido. Ahora le dan la vuelta al mundo mostrando un símbolo de una Colombia diferente. La de dos amigos que no se dejan atrás a pesar de las circunstancias. Dani no solo retrocedió para levantar el ánimo de Egan, también lo hizo por el de un país entero.

Egan y Daniel

Bernal y Martínez nunca habían coincidido en escuadra. Los dos comenzaron casi al mismo tiempo y llegaron a Europa en el 2016. Egan, tras haber comenzado en el ciclomontañismo y Daniel, con habilidades para la contrarreloj. Sus primeros años en Europa fueron difíciles, pero fueron superados con talento y triunfos. Además, Daniel era de los que animaba a sus compatriotas.

Como lo cuenta Miguel Florez, hoy en el Arkéa, los consejos de Daniel fueron los que lo impulsaron a seguir en Europa pues estaba decidido a devolverse y terminar con su carrera. Martínez en el Willier Trestina y Egan en el Androni dieron pasos de gigantes para llegar al World Tour. Luego el EF y el Sky fueron los caminos que siguieron para seguir creciendo hasta este momento donde su esfuerzo y disciplina los unió.

Daniel y su labor como gregario

Pero Daniel no solo ha sacrificado más de lo normal por Bernal en la etapa de este miércoles. También lo hizo en la sexta etapa que terminó en San Giacomo cuando Egan fue segundo tras Mader y se ubicó tercero en la general.

Lo hizo en la novena fracción cuando Egan ganó su primera etapa en una vuelta grande en Campo Felice y Daniel le abrió el espacio para el ataque, en Montalcino cuando hizo parte del equipo, o máquina, que formó el Ineos para llevar al capo, en el Zoncolan cuando Egan fue cuarto y Daniel lo acompañó hasta el último momento y en Cortina d'Ampezzo, cuando con solo una mirada, Martínez sabía que su compañero iba por una etapa que finalmente ganó.

También lo hizo en el Education First cuando Rigoberto Urán lo necesitó, como cuando el antioqueño sufrió una caída en el Tour de Francia 2018 y tuvo que darle su bicicleta, también fue acompañante de Rigo en el Tour del año pasado cuando su jefe ocupó el octavo lugar de la general. Y sufrió cuando Urán casi pierde la vida en la Vuelta a España 2019 en Ares del Maestrat.

Daniel, que llegó al ciclismo porque un amigo lo dejó plantado para ir a un partido de fútbol, está a un poco más de un minuto para entrar en el top cinco de la general de este Giro. Sería el premio para un gran gregario y la prueba de que sus piernas pueden ayudar, pero también ganar. Ya llegará el momento.