Del Mundial al Tour Colombia: Boyacá, corazón del ciclismo
Del Mundial al Tour Colombia: Boyacá, corazón del ciclismo

TOUR COLOMBIA

Del Mundial al Tour Colombia: Boyacá, corazón del ciclismo

La ciudad de Duitama fue el centro del mundo ciclístico en 1995 y este año el Tour Colombia la vuelve a poner en la mira con el recuerdo del Mundial más duro de la historia.

Duitama es una pequeña ciudad en el norte de Boyacá. Tiene 125 mil habitantes y 2530 metros de altura. Esta ciudad desconocida en el mundo entró a la historia del ciclismo mundial cuando la Federación Colombiana de Ciclismo, liderada por Miguel Ángel Bermúdez hizo que la UCI hiciera el Mundial de 1995.

El campeón de la contrarreloj fue Miguel Induraín y el de la prueba élite, su compatriota Abraham Olano. El colombiano Oliverio Rincón fue octavo. De acuerdo con los testimonios de corredores y periodistas, fue el Mundial más duro de la historia por el recorrido y la altura. De noventa ciclistas que lo comenzaron, solo veinte lograron terminarlo.

El alto el Cogollo, ubicado en la zona rural de Duitama fue el punto en donde poco a poco se quedaron todos los corredores. Se subió por su parte menos difícil y hacía parte de un circuito de 17.7 kilómetros al que se le dieron 15 vueltas para completar 265.5 kilómetros.

As Colombia entró en el corazón del ciclismo colombiano. En la ciudad de Duitama todavía recuerdan las gestas de los españoles, Laurent Jalabert, Marco Pantani y la del ídolo de la ciudad, el gran Oliverio Rincón.

Oliverio, el embajador de Duitama en Europa

Oliverio Rincón no solo fue octavo en el Mundial del 95 y el mejor colombiano. También ganó dos etapas del Tour de Francia, una de la Vuelta a España y una en el Giro de Italia. Su mejor ubicación en una vuelta grande fue el cuarto lugar en la Vuelta en el 93.

Su legado está plasmado en un hermoso monumento en una de las glorietas de Duitama. En una de las calles por donde se corrió el Mundial. “Hacer el Mundial acá fue muy bueno porque fue donde nací, donde me crié. Dimos a conocer la ciudad con el doctor Miguel Ángel y eso fue algo histórico”, dijo Rincón.

Monumento a Rincón en Duitama
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Monumento a Rincón en DuitamaMonumento a Rincón en Duitama

Y añadió, “los mundiales siempre son duros, tal vez este tenía un poquito de longitud en la subida, pero siempre se ha dicho que este fue el más difícil. Los corredores que vinieron llegaron con mucho tiempo para prepararlo con toda la mentalidad y nunca hubo una queja”.

Para Duitama fue algo especial, “eran los ciclistas famosos de la época, los que se veían por televisión, se veían lejanos y los tuvimos ahí cerca. En la casa. Eso fue algo muy grandioso”, expresó.

Rincón cree que el Tour Colombia será algo parecido, “será una fiesta muy similar a la que vivimos en el Mundial porque hay muchos equipos y muchas figuras que ya estamos acostumbrados a ver en el país. Boyacá siempre ha tenido un gran ambiente ciclístico y a la gente le gusta mucho”.

El exciclista habló del monumento que lo hizo inmortal, “se hizo en las épocas en que yo corría. Fue un homenaje a mi personas, a lo que hice en Europa y también en homenaje al ciclismo boyacense y colombiano”.

España y Francia, protagonistas del Mundial

Antes del comienzo del Tour Colombia, los periodistas Carlos Arribas de El País de España y Manuel Martínez de L’Equipe de Francia, regresaron al lugar de los hechos. Subieron al alto del Cogollo y revivieron los momentos definitivos del Mundial del 95. “El recuerdo es agridulce. Habíamos venido esperando un triunfo de Induraín porque estaba muy preparado, había estado en Colorado preparándose para la altura con los compañeros del Banesto y su equipo era como una selección española y el proyecto era que lograra en Colombia la triple corona, Mundial, ruta y batir el récord de la hora unas semanas después en Bogotá. Desgraciadamente, en la carrera Olano supo aprovechar muy bien las situaciones y el marcaje sobre Induraín”, cuenta Arribas.

El español lo recuerda como si lo viviera de nuevo. Piensa y parece que lamentara la mala suerte de Induraín una vez más, “no se coronó Induraín y luego llegó a Bogotá y entre que las condiciones del velódromo no eran muy buenas porque era descubierto y soplaba viento y que la cabeza la tenía con el golpe de la derrota del Mundial, fue un final un poco triste y duro para lo que pudo ser la gran coronación del ciclista”.

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Alto el Cogollo

Para Martínez tampoco fue un buen recuerdo a nivel deportivo, “estábamos siguiendo al equipo de Francia, pero las cosas no pasaron como lo pensábamos. De lo que me acuerdo es de la supremacía española. Y ahí en el medio, Pantani”.

“Pero para Francia fue una decepción. El 95 era el año de Laurent Jalabert. Ese año ganó la Vuelta a España, fue tercero del Tour y claro, veníamos a verlo ganar y nada pasó como debía pasar. El estaba en el equipo Once y luego en Francia se dijo, que como corría con un equipo español, seguro había llegado a un acuerdo con los españoles”.

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Alto el Cogollo

Para los dos periodistas, Duitama cambió en su parte urbana, pero la subida al Cogollo sigue igual, “Duitama se ve abajo como una ciudad más moderna, en ese entonces no era así. Era mucho más agrícola pero en la subida del Cogollo creo que es todo igual, el mismo tipo de tiendas, las casas, los campesinos. Es un pueblo muy lindo y muy boyacense”, dijo Arribas.

Y añadió, “justo los ciclistas colombianos que están mandando ahora, ninguno había nacido en el 95. El tiempo ha pasado y qué generación nuevaha venido, colombianos mucho más lanzados, con mentalidad de ir a conquistar Europa y el mundo. Es tremendo”.

Olano cruza la meta pinchado, la foto histórica

Yuzuru Sunada es un fotógrafo japonés que ha cubierto 30 mundiales y 31 Tour de Francia. Trabaja para los medios de comunicación más importantes de Europa y fue uno de los reporteros gráficos que estuvo en el Mundial del 95.

“He hecho hasta el momento 30 mundiales, pero el de Duitama es del que tengo tantas memorias y más afecto por lo que viví. Cuando llegué al aeropuerto de Bogotá vi una pelea entre dos personas, esa fue la primera imagen que vi y me asusté. Ya después tomé la vía de Bogotá a Boyacá y no era como lo que hay ahora. Era una trocha, una carretera muy fea”, contó.

“Sin embargo, la carrera fue bellísima. Había una marea de espectadores y la calidad de los corredores hizo que todo fuera maravilloso”, añadió. Según Sunada, la mejor foto que tomó en ese mundial fue la llegada de Olano a la meta, con una rueda pinchada y solo una mano en alto.

Sin embargo, hubo otra que tomó durante el ascenso al Cogollo. Pantani, Induraín y Oliverio Rincón en primer plano ante el aliento de la gente. Esto mismo espera Sunada en el Tour Colombia.

“He visto fotos de las otras ediciones con mucha gente alrededor de los ciclistas. Mi expectativa es la gente, este es un país que ama el ciclismo y mi gran anhelo es ver a la gente vibrando por sus ídolos”.

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