La rehidratación es una parte importante de la vida diaria de un ser humano. El término 'hydros' significa agua, por lo que hidratarse es darle al cuerpo el agua que necesita cada día. Es importante para que se puedan distribuir los nutrientes que el cuerpo necesita y también para regular la temperatura corporal. Jaime Andrés Roa, médico especialista en medicina deportiva y en fisiología del ejercicio y que ha trabajado con el Movistar Team América, la Federación Colombiana de Ciclismo y el América de Cali, nos explica la importancia de la hidratación a la hora de ejercitarnos.

La rehidratación es el proceso mediante el cual el cuerpo ingiere líquido, que puede ser de diferentes formas, con el objetivo de mantener unos niveles estables de agua dentro de los diferntes compartimientos.

La rehidratación tiene dos objetivos, el primero es mantener los niveles de agua corporal estables en el cuerpo y el segundo es mantener los niveles de electrolitos, pues estos también cumplen funciones importantes dentro del cuerpo humano. Los electrolitos son minerales presentes en la sangre como el calcio, cloro, magnesio, fósforo, potasio y sodio.

Las bebidas rehidratantes son aquellas que buscan recuperar la rehidratación en el cuerpo y hay que distinguir entre las bebidas que son tipo deportivas, que ayudan a establecer estos niveles normales en el cuerpo o el agua como otra bebida que hidrata, el agua también es un líquido que hace que los niveles se mantengan estables. Sin embargo, hay grandes diferencias entre las llamadas bebidas rehidratantes y los sueros de rehidratación oral.

Al usarlos hay que tener en cuenta que las primeras en la mayoría de casos están hechas de azúcares, cafeína, taurina y otros ingredientes que satisfacen en un principio pero realmente no cumplen con la función de rehidratar. Por su parte, los sueros sí compensan de forma eficiente la pérdida de sales y electrolitos no solo al hacer deporte sino también cuando el cuerpo pierde líquidos por enfermedad.

Todo depende de la taza de sudoración y en un deportista que tiene horas de entrenamiento y está expuesto a temperaturas más altas, es normal que tenga una taza de sudoración más alta que una persona sedentaria y que no hace deporte. Eso obliga a que el deportista tome más líquido y reponga electrolitos por medio de diferentes formas.

Si una persona está deshidratada está expuesta a sufrir por los cambios de temperatura, tiene más probabilidad de sufrir golpes de calor (es la forma más grave de lesión por calor y puede ocurrir si la temperatura del cuerpo alcanza los 40°c), y tiene más posibilidad de sufrir trastornos de electrolitos por pérdida, a través del sudor, de sodio, potasio, cloro y magnesio que son esenciales para el correcto funcionamiento del cuerpo. Otra de las cosas importantes sobre la rehidratación es que si uno no se hidrata bien esto también influye en el rendimiento deportivo.

Algunos síntomas de deshidratación pueden ser sed excesiva, resequedad en la boca, orina amarilla oscura, piel seca y fría, cansancio físico, dolor de cabeza, dolores musculares, llanto sin lágrimas, mareos y confusión.

Para el público en general, siempre se dice que debe tomar entre seis y ocho vasos de líquido al día ya sea agua, bebidas hidratantes o jugos, eso es más o menos dos litros, pero esto es relativo porque cada persona tiene necesidades distintas. Es importante saber que la orina puede enviarnos claves pues debe ser de un color amarillo claro no debe ser concentrado. A nivel de deportistas se sabe que las pérdidas por sudoración están entre medio litro hasta dos litros por hora que pierde durante el deporte, en ese gran rango tendríamos que reponer esa cantidad según el deporte que se practique y el medio ambiente.