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AMÉRICA DE CALI

Angulo y 'Pecoso', "él me decía que el jugador debe ser bandido"

Carlos Angulo se reencontró con el DT en Cascajal. Rememoraron la marca hacia D’Alessandro en la Libertadores de 2003, y las tantas malicias que le enseñó.

CaliActualizado a
Fernando Pecoso Castro
Héctor Fabio GruessoDIARIO AS

Trepidante el Pascual Guerrero. Apiñada la gente en las tribunas, revistió de ánimo, desde el calentamiento, a los dirigidos por ‘el Pecoso’ Castro. Apenas empezaban a carburar los protagonistas en el campo, cuando Jorge Banguero pidió ser sustituido.

Entonces, “todos me miraron. Yo estaba en el banco de suplentes, y Héctor Fabio Báez -entonces gerente deportivo- me dijo, ‘vos sos el hombre’. Me paré, calenté y el profe ‘Pecoso’ se me acerca y me dice, ‘este es tu día, mirá cómo está el estadio. No vas a dejar que D’Alessandro la agarre en tu zona’. A mí me temblaban las piernas, hasta que toqué el primer balón y la gente me aplaudió. Ahí dije, ‘este es mi día’”. Ya durante el partido, D’Alesandro me decía, ‘la concha de tu madre negro, déjame jugar’, y yo le respondía, ‘aquí la gente es guerrillera, te vamos a matar’”, rememoró Carlos Angulo en diálogo con AS Colombia.

Aquel 27 de mayo de 2003, Julián Vásquez (2), Jairo Castillo y Leonardo Fabio Moreno, anotaron los goles que le dieron el triunfo al América (4-1). La goleada ante River Plate representó la clasificación a la Semifinal de la Copa Libertadores, tras un resultado global (5-3). El compromiso en el escenario del barrio San Fernando, fue tan memorable como accidentado. Por los argentinos, se fueron expulsados, Darío Husaín, Ariel Garcé y Claudio Husaín, a quien ‘el Pecoso’ jaló del cabello, lo cual desencadenó en el histórico altercado, recordado hasta nuestros días. Kilian Virviescas y Luis Asprilla vieron la roja por parte de los ‘escarlatas’.

Angulo, tuvo un vertiginoso cambio de vida desde que arribó a las divisiones menores del América, a los 13 años de edad. Antes de que le abrieran esa gran puerta, “‘camellaba como carretillero, transportando alimentos en la galería de Santa Elena, desde la 1 y hasta las 7 de la mañana. Luego me devolvía a la casa a dormir un poco y después me iba a entrenar con el equipo de mi barrio, Recuerdo de Olimpia”.

Y en América, halló todas las comodidades que le permitieron mejorar sus condiciones de vida, desde un ‘padrino’, Héctor Fabio Báez, una ‘Casa hogar’, el jugador más talentoso, Johnnier Montaño y a quien lo revistió de la malicia inherente a todo jugador en una posición como la del mediocampista de contención, donde no hay lugar para los tímidos.

“América antes trataba a los jugadores de las menores como profesionales. Por eso fue durante tantos años el mejor equipo de Colombia. En diciembre nos daban el estreno, y todos teníamos auxilio de transporte. Inicié con el profesor Carlos Julián Burbano, y después, tuve a Héctor Armando Sánchez, muy buenos formadores, de los que faltan hoy en día. De esa camada que llegamos a la profesional, hoy en día Johnnier Montaño sería más que Messi. Jugaba mucho, se sacaba seis o siete jugadores y ganaba solo los partidos”.

‘El Jabalí’, debutó con el América en el 2001, dirigido por Jaime De La Pava. Y al siguiente año, se encontró con el entrenador que le abrió la mente y lo revistió de rebeldía. “Cuando supe que ‘el Pecoso’ venía para el América, dije, ‘aquí llegó mi oportunidad’, y así fue, me inscribieron para la Liga, entramos en confianza y después de los entrenos nos quedábamos conversando. Él me decía, ‘uno como jugador tiene que ser bandido, dejarse crecer las uñas, agarrarles las huevas a los rivales", afirmó Angulo.

"Una vez, contra Nacional en Medellín, ‘Totono’ Grisales estaba mal de un hombro. Entonces, el ‘Pecoso’ me dijo, ‘cuando vas a saludarlo, le jalas duro el brazo, porque él está jodido’. ‘Totono’ se enojó y me decía, ‘yo sé que el bandido de ‘Pecoso’ te mandó’. Ese señor es un excelente ser humano, y en el trabajo, es muy serio, no deja nada al azar. Aquí en Colombia ya no hay técnicos como ‘el Pecoso’. Él, Ricardo Gareca y González Scott, me dejaron muchas enseñanzas”, agregó.

La historia de Angulo (35 años) en los verdes rectángulos, continúa vigente. Jugó los últimos dos años con Chalatenando de El Salvador, luego de haber estado durante cinco temporadas con el América. También actuó con Tolima, Pereira, Pasto, Dépor F.C., Valledupar y Unión Magdalena.