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América de Cali

Iván Vélez: “En América se necesita un proyecto serio”

El lateral afirmó que su salida del conjunto ‘escarlata’ se dio por “factores externos”; al tiempo, recordó el liderazgo que ha ejercido durante su carrera, y dio el diagnóstico de lo que se sucede en el club.

Actualizado a
Iván Vélez, exjugador del América de Cali, habló de la situación del equipo, de la falta de liderazgo en el equipo para la Liga Águila II - 2018 y su futuro
Colprensa

Gratitud, es lo que guarda José Iván Vélez (Palmira, 16 de agosto de 1984) hacia el América. La amargura por su partida, no la mezcla con la dulzura que experimentó en el Finalización de 2008, cuando logró la estrella 13, la última que celebraron los americanos, cada vez más dependientes de un recuerdo esplendoroso. “Nunca negué una gota de sudor por esta camiseta. Estoy en la historia del América y eso es lo que cuenta”, expresó el jugador, quien se encuentra realizando trabajos físicos personalizados tras firmar su desvinculación de los ‘escarlatas’, y a la espera de un próximo contrato, que seguramente se dará en el exterior.

Se frustró el proyecto que tenía cuando regresó al América, de continuar como dirigente luego de terminar su carrera: “Cuando regresé al América, lo hice con la idea de mantener un buen nivel futbolístico y empecé a direccionar mi vida después de dejar la actividad. Entonces, inicié la capacitación. Lastimosamente no se pudo, por factores externos. No hablo de lo deportivo, porque en un año y medio, estuve en cerca del 85 por ciento de los partidos, que es bueno, aunque por la necesidad y por la buena competencia con Camilo Angulo, tuve que adaptarme al perfil izquierdo. Ahora por factores externo, se da la salida del América”.

¿A qué factores externos se refiere? “Son cosas que no se hablan porque hacen parte del día a día y en el fútbol se deben tener códigos. Fue mucho lo que se especuló, pero nadie conocía la situación real”.

¿Por qué se creó la imagen de que ustedes eran disociadores? “Porque en un grupo de jugadores siempre hay líderes, y yo durante mi carrera siempre fui considerado un líder positivo. Muestra de ello, es el título que logramos con América en 2008. Yo era el segundo capitán y terminé siendo el primero, tras la lesión de Carlos Valdés. Pese a que teníamos problemas por los incumplimientos en los salarios, mantuvimos un grupo enfocado en lo que queríamos. En Once Caldas también junto a Alexis Henríquez éramos los capitanes; al igual que en Junior, y en mis inicios en el Quindío. Uno sabe que después de la gloria viene el prestigio, el dinero y todo lo que enmarca el ganar”.

¿Por qué hubo tantas tergiversaciones de la realidad? “Todo empieza por la falta de resultados. Lo más importante es tener la conciencia tranquila y poder mirar a los ojos a cualquier persona, porque uno ha sido un trabajador honesto. El tiempo le dará la razón a cada cual”.

¿Con qué sentimiento se marchó del América? “Con una sensación muy triste, porque anhelaba volver a salir campeón, porque América fue el que me dio un estatus como deportista, sin demeritar lo que se hizo en Quindío, donde debuté como profesional. Sin embargo, siempre estaré agradecido y feliz por quienes me expresan su cariño. Siempre recibí de buena manera las críticas constructivas. Cuando inició el presente año, parecía que todo iba a salir bien y que se había tomado un buen rumbo. Luego, viví los dos o tres meses más caóticos que he tenido en el fútbol, por todo lo que se dijo, por el trato que se nos dio. La hinchada que amaba a su equipo, solo expresaba reproches y lanzaba insultos. Esa no es la hinchada del América, porque la hinchada siempre apoyó. Prueba de ello son los 5 años que estuvo en la B”.

¿Tras la ida de Camilo Angulo, pensaba jugar como lateral derecho, o ya veía un muy mal ambiente? “Yo sabía que ya se había creado un muy mal ambiente. Era muy difícil que continuara en la institución. Ya sabía que la dirigencia no quería contar conmigo. Los entrenadores se portaron muy bien, hasta el último día; respetaron mi trabajo y siempre resaltaron mi profesionalismo. Uno no puede estar donde no lo quieren. Pero, estoy tranquilo, porque nunca negué una gota de sudor por esta camiseta. Estoy en la historia del América y eso es lo que cuenta”.

¿Por qué el dueño del equipo pasó de verlo como un buen líder, a no quererlo? “El fútbol en lo deportivo es subjetivo, pero a nivel dirigencial, todo es una misma teoría, y si se hacen las cosas bien, saldrán bien; pero si vas en busca de la inmediatez, capaz que le pegués a una, pero es mejor cuando hay proyección. En ese orden de ideas no estamos de acuerdo. Entonces, al ver que uno tiene una percepción de lo que se debe hacer bien, no cala en el grupo de trabajo”.

¿Qué debe reordenar América para encontrar el camino de las victorias? “América tiene un buen plantel. Es un equipo que puede pelear el ingreso entre los 8 y jugar buen fútbol, como lo hizo en las últimas fechas del pasado Torneo. Este cuerpo técnico tiene empatía con el grupo y quiere mostrarse. Hay gente que ha triunfado tras el anonimato. Jugar en América no es fácil, pero hay que confiar en los jugadores. Además, debe haber una mejor organización, un proyecto serio, un respeto hacia las personas, que es lo primordial en todo trabajo. Si se respeta a las personas y se les da garantías, se logra que estén fuertes mentalmente. Un equipo comprende muchos elementos externos, aunque todo recae sobre el jugador”.

¿Dónde lo veremos en el futuro? “Es incierto. La única opción clara que tuve fue la de Alianza Petrolera, y al final no se pudo dar por el tema económico. En Colombia, todos los equipos están armados, entonces, estoy explorando en Ligas del exterior. Mi Dios sabe para qué me tiene. Muy seguramente, me pondrá en un lindo lugar. De lo contrario, continuaré con mi formación académica (administración de empresas). Estoy próximo a cumplir 34 años, pero puedo jugar un par de años más. Lo más importante es que me siento bien física y mentalmente, pese al desgaste por todo lo que se vivió en América. Ya sé correr mejor la cancha, por inteligencia y experiencia”.