Mundial

Eterna candidata a todo, luego no acaba de saborear las mieles del éxito. Recuerda a la España pre Eurocopa 2008. Le falta dar un paso adelante en el momento adecuado, el más difícil, el que separa a los campeones del resto. Tras aglutinar a una generación de futbolistas única en su historia, acumula cuatro años de ‘decepciones’ cayendo en cuartos de final del Mundial 2014 y de la Eurocopa 2016. En la Euro de Francia fue eliminada contra pronóstico por Gales. En Brasil fue apartada de las semifinales por la Argentina de Messi.

Bélgica debe estar de enhorabuena ya que Hazard, De Bruyne, Courtois, Lukaku, Mertens, Carrasco… son jugadores de calidad contrastada, importantes en sus respectivos equipos y ya con la experiencia adecuada a sus espaldas para llevar a los Diablos Rojos a un gran papel en una Copa del Mundo. Han dejado atrás el sambenito de perdedores. La llegada del español Roberto Martínez al banquillo, dando un giro a los cuatro años de Marc Wilmots, le ha insuflado un plus de competitividad. Su renovado sistema de juego le ha permitido recuperar la alegría, le hace ser más letal en ataque y menos frágil en defensa, uno de sus puntos débiles. Bélgica tiene los mimbres. Ahora sólo debe mostrarlos en el momento de la verdad. Rusia 2018 puede y debe ser su Mundial.

La elección del entrenador español fue más que curiosa ya que la federación belga abrió un proceso mundial de candidaturas, incluso mediante un anuncio en su web. Más de cuarenta seleccionadores fueron candidatos en el casting que, finalmente, se adjudicó Roberto Martínez. Su experiencia en llevar a algunos talentos belgas en el Everton inglés (Lukaku, Mirallas, Fellaini) primó por encima de su poca experiencia internacional y a nivel de selecciones.

Tras un debut dubitativo y nada fácil, España les pasó por encima ante su público en un amistoso (0-2), ha engrasado las piezas de Bélgica con muy buenos resultados. Ha arriesgado con un cambio de dibujo que se adecua mejor a las características de sus jugadores. Una defensa de tres que ha mutado del inicial 3-5-1-1 al 3-4-2-1, consiguiendo mayor libertad para sus excelentes mediapuntas. Ahora habrá que ver si mantiene esa sugerente apuesta ante selecciones de más nivel en Rusia 2018.

La estrella sin duda de la nueva generación de oro belga. Se ha hecho indiscutible en su equipo, el Chelsea, y en el conjunto de Roberto Martínez. Es uno de los mejores jugadores del mundo y el Mundial le llega en plena madurez futbolística. Cuando está en forma es muy difícil de parar. Le gusta ser muy móvil por todo el frente de ataque aunque prefiere arrancar desde el flanco izquierdo. Dribla, asiste con suma facilidad y también destaca por su faceta goleadora. A eso se suma su gran visión de juego, con lo que su equipo mejora cuando él está en el campo. En la Eurocopa de 2016 fue el máximo asistente del torneo. Si Hazard rinde al máximo nivel las aspiraciones de Bélgica no tienen techo.