LeBron y los triples deciden el duelo Ricky(14+13)-Kyrie(14+14)
La defensa brilló por su ausencia en una primera parte divertida e igualada. Tras el descanso cambió la película...
Todo el talento del mundo, pero toda la juventud también. Sí, la juventud como 'pero' también existe, y en el caso de los Minnesota Timberwolves no puede ser más evidente. Piernas frescas, contras y muchos puntos, pero...
Karl-Anthony Towns (26+12+4), Andrew Wiggins (23) y Zach LaVine (solo ocho) son presente y futuro de una de las franquicias con mejor proyección de toda la NBA. Tres talentazos capaces de aguantar un cara a cara a pecho descubierto con los Cavaliers de LeBron James (ese es el nivel que vimos durante los primeros 24 minutos), pero incapaces aún de bajar al barro; de ganar atrás. Dirigidos por un gran Ricky Rubio (14+13 totales, 12+9 en la primera parte), que aceptó el arriesgado tango que propuso Kyrie Irving (14+14, récord personal de asistencias y récord para un compañero de LeBron), los jóvenes lobos encontraron con muchísima facilidad el aro de los campeones en la primera mitad: primero golpea Towns por dentro (¡cómo crece!) y los demás se van llegando a la fiesta al compás de Ricky. Se fueron hasta ocho arriba en el primer cuarto y aguantaron los tirones ofensivos de los Cavs, porque... Porque mientras no hay defensa seria son un equipo muy difícil de contener (transiciones).
La segunda parte fue otra historia (¡62-37!). LeBron James (27+8+12), que abusó alguna que otra vez de Wiggins en el poste y en carrera, y Kyrie Irving se dedicaron a repartir (primera vez en las últimas dos temporadas que dos compañeros suman al menos 12 asistencias), y fue la circulación de balón con ejecutores acertados lo que mató a los Wolves (18 de Frye, 20 de Korver, encendido en la segunda mitad, tres triples de Shumpert... En total, 15-7 en los triples para los locales). Eso y una intensidad 'ocho' en defensa durante el tercer cuarto (en la primera parte no llegó al 'tres' en ninguno de los dos lados: la fiesta del pick&roll, que se lo pregunten a los 18 puntos de Tristan Thompson...) que fue demasiado para un equipo que entra en parada cuando hay que crear espacios de la nada.
Precioso duelo en el puesto de base
Ricky Rubio y Kyrie Irving fueron los protagonistas de una divertidísima primera mitad que acabo con un 63-60 en el electrónico. Y no solo asistiendo, faceta en la que ambos estuvieron magníficos (Irving repartió ocho en el primer cuarto y Ricky llegó con nueve al descanso, alguna preciosa en transición), también en el lanzamiento. Se retaron y no fallaron. En un intervalo de unos dos minutos del segundo cuarto, Ricky y Kyrie intercambiaron lanzamientos de media distancia sin fallo, algo habitual en el base de los Cavs pero no tanto en el español, que está lanzando con muchísima confianza en los últimos partidos.
Kyrie demostró que podría asistir como los mejores si quisiera y Ricky no perdió comba en ningún aspecto contra uno de los grandes de la competición en su puesto. Un duelo precioso.