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América de Cali

Basto: “Si sintiera que no marco diferencia, me iría del América”

El mediocampista habló de sus vivencias en los 9 años que suma como profesional, y aseguró que su lugar en el equipo no se debe a la presencia de su padre en la dirigencia.

CaliActualizado a
Diego Basto busca ganarse un lugar en la titular para el Torneo Águila
Héctor Fabio GruessoAS Colombia

Es Andrés Pérez quien anima constantemente a Diego Basto a levantar la frente, a no bajar los hombros. Ambos bogotanos, se desempeñan en la misma posición. El primero es capitán indiscutido en el Deportivo Cali y el otro, mancillado en América.

Diego (27 años), ha deambulado por Millonarios; estuvo durante un año buscando fortuna en Argentina, en la sexta división de River Plate, también se probó con Boca Juniors, donde dice que superó las pruebas, pero prefirió volver a Colombia, a jugar en las reservas del equipo albiazul, con el que debutó en 2007, dirigido por Mario Vanemerack, quien luego lo llevó a Patriotas. Después pasó por Cúcuta, donde “le aprendí mucho a Jorge Luis Pinto”, asegura y continúa con su paso por Llaneros y su arribo al Dépor, cedido a préstamo por Santa Fe, y “gracias a mi buen rendimiento con el Dépor, llegué al América”, afirma Basto.

“Cuando mi hijo llegó al América, yo no hacía parte de la Junta Directiva del equipo”, sostiene Armando Basto, dirigente de los rojos y padre de Diego, quien añade en charla con AS.com: “si sintiera que no marco diferencia y que el equipo no se ve beneficiado con mi trabajo, me iría, pero esa no es una decisión del mundo virtual”, comenta.

Basto llegó al América en 2015, dirigido por Fernando Velasco. Es Zurdo, con amplia visión y buen golpe al balón, carece de dinámica, de picardía, de la barriada. “Me gustaría más que la gente mirara cómo trabajo y cómo juego, que de quién soy hijo. El fútbol no es de estrato social sino de quién juega bien o mal, y yo llevo 9 años jugando fútbol profesional, nadie me ha regalado nada, todo lo he trabajado, y pase lo que pase, voy a continuar en esta carrera, porque es lo que amo”.

Y continuó, “mi mamá me decía que me retirara del fútbol, luego de ver que en la B había que andar 30 horas en un bus, y por mis lesiones”, y muestra las cicatrices de dos operaciones tras una rotura de tibia y peroné, jugando para Millonarios, una fractura de cúbito y radio, cuando actuaba en el Cúcuta, “y en Llaneros me dio una apendicitis, jugué así durante el primer tiempo frente a Millonarios y me tuvieron que llevar de urgencias a la clínica”.

Diego Basto estudio Finanzas, a distancia, en el Politécnico Gran Colombiano, y en la actualidad, cursa en máster en gerencia deportiva en una universidad de España. Pese a las críticas de algunos simpatizantes del América, asegura que se siente tranquilo, porque “siento el respaldo del Presidente, y soy uno de los jugadores más queridos del plantel, eso no se paga, se gana”, puntualizó.