Montoya siempre vigente: repite victoria en las 500 Millas

Pasaron 15 años y como aquel año 2000, Juan Pablo Montoya lo volvió a hacer, bebió la leche del ganador y se reencontró con el trofeo Borg-Warner.

El escenario fue el mismo, pero esta vez Juan Pablo manejó para el equipo Penske, archirrival de Chip Ganassi, con quien ganó las 500 Millas en el 2000.

Fue un fin de semana de contrastes para el colombiano que comenzó con una compleja sesión de clasificación ante un rebelde Chevrolet que lo ubicó en la posición 15 para parrilla de salida. ¿Quién dijo que iba a ser fácil? Montoya lo sabía porque la experiencia finalmente le dio la razón a un piloto que nunca se ha ido, el mismo que se ha codeado con los mejores en la F1 y la comercial Nascar.

A diferencia del año 2000, Juan Pablo comenzó a construir su triunfo desde el fondo de la grilla luego de un desprendimiento de parte de su alerón trasero, lo que lo obligó a acelerar a fondo desde la casilla 30.

Montoya ahora es un tipo maduro que utiliza la palabra “diversión” como parte de su nueva estrategia de competencia, cualidad que fusionó con la experiencia y paciencia para sobrepasar rivales hasta el final. La clase de manejo del capitalino el 24 de mayo la vieron 400 mil aficionados en el Motor Speedway y millones por televisión.

Después de aguantar 200 giros, el desenlace de la carrera fue favorable para el bogotano, quien se impuso con una ventaja de 0.1046 segundos por delante de “perros de presa”, como lo fueron Will Power, Kimball y Sxott Dixon. El trofeo de plata avaluado en 3.5 millones de dólares Borg-Warner, que se le entrega al ganador de las 500 Millas desde 1935, esperó pacientemente por 15 años para reencontrarse con el colombiano y estampar por segunda vez su rostro como uno de los mejores pilotos del mundo.

"Este es un momento especial para mí, porque la última vez que gané no pude hacer esto. Yo tuve que viajar a Europa para iniciar mi carrera en Fórmula Uno. Este triunfo me recuerda lo impresionante que es correr aquí y ganar aquí. Correr para Roger Penske es algo especial", expresó el nuestro en ceremonia en Indianápolis en reconocimiento a su triunfo.

Hablan quien lo conoce

Un especialista con autoridad para evaluar a Juan Pablo Montoya es Germán Mejía Pinto, un consejero que le apostó por seguir al bogotano desde sus inicios y que vio crecer profesionalmente al vigente referente del automovilismo colombiano por las diferentes pistas del mundo.

Mejía estuvo en el 2000 y también hizo parte del triunfo de las 500 Millas en 2015, razón por la que señala que la doble corona de Montoya es envidiada hasta por campeones de la Indy que no han podido celebrar en la mitaca carrera de 200 giros.

Significado de ganar las 500 Millas: “La única carrera de automovilismo que trasciende a nivel mundial antes, durante y después son las 500 Millas de la IndyCar. Esta competencia es un activo del deporte a motor y quien gane ahí trascenderá a nivel mundial y cobrará importancia en su carrera”.

Montoya repite victoria: “Él sigue siendo el único piloto de habla hispana en ganar esta carrera y creo que tiene toda la importancia. Estuve en la última carrera del campeonato de la Indy en Sonoma y le pregunté al Scott Dixon (ganador del título 2015) sobre la importancia de ganar las 500 Millas y reconoce lo importante que es el triunfo de Juan Pablo Montoya a quien ubica en su palmarés en ganar en escenarios míticos del automovilismo”.

Reconocimiento de Juan Pablo a nivel Mundial: “Haber ganado por segunda vez Indy 500 le otorgó al colombiano la candidatura por parte de la revista británica especializada en automovilismo AutoSport como candidato a ser el piloto internacional del año. Juan Pablo, por haber ganado en 2015, será símbolo de pilotos en la versión 100 de las 500 Millas de Indianápolis especialmente para los otros pilotos colombianos, quienes fueron motivados por lo que hizo Montoya en sus inicios y se dedicaeon al automovilismo porque alguien que les mostró que era posible correr y ser exitoso fuera del país”.