Si alguien sabe cómo celebrar ante Nacional ese es Lunari

Ricardo Lunari acepta viajar en el tiempo con AS Colombia. 19 años después en sus propias palabras recuerda el gol que le marcó de chalaca a Atlético Nacional. Una de las anotaciones más celebradas por la afición. Todo un lujo ante el mundialista René Higuita.

“Atacábamos de sur a norte en El Campín. Hay un desborde de Héctor Valoyes por derecha, tira un centro rasante. Iván Ramiro Córdoba quiere rechazar y la pelota sale para arriba… en ese momento pensé en tirarme de media chilena, la dejé caer un poquito, me quedó para la zurda y la agarré linda, cogí mal parado a Higuita. Es uno de los goles más bonitos de mi carrera”, relata emocionado Lunari.

Esa no fue la única alegría del rosarino en el torneo de 1995/1996. ‘El Mono’, como es conocido en el fútbol, jugó cinco de los seis clásicos contra los antioqueños, les marcó dos goles en Bogotá y uno en Medellín. Fueron cuatro victorias celebradas con el alma; la paternidad ante el ‘verde’ era clara.

Ahora en el papel de técnico, Lunari desglosa su historia en los clásicos Millonarios-Nacional, partidos que le permitieron ganarse a la hinchada azul en menos de 6 meses, tiempo que duró su aventura como jugador en Colombia.

¿Cómo recuerda los clásicos ante Atlético Nacional del año 1996?

Por suerte los recuerdos son muy buenos, fue una buena época y en especial con estos partidos. Tuvimos la suerte de jugar en los dos cuadrangulares finales cuatro veces, ganamos todo, dos en Bogotá y dos en el Atanasio Girardot.

En total, en los meses que estuve en Colombia, jugamos seis clásicos, solamente me perdí uno porque estaba lesionado. Pero de los cinco que disputé gané tres, empaté uno y perdí otro. Un saldo favorable.

Nacional tenía grandes jugadores como ‘Chicho’, Alexis García, Aristizábal, Higuita, Ángel, entre otros ¿era duro enfrentarlos?

Ese Nacional lo conformaban muchos jugadores que habían ganado la Libertadores del 89, era un equipo de mucha jerarquía, se hacían respetar sobre todo en su casa.

Me acuerdo mucho de ‘Chicho’ Serna. O pasaba la pelota o pasaba el jugador, los dos juntos nunca. Te levantaba del piso, pedía disculpas y seguíamos jugando. Con el tiempo uno lo recuera con cariño, no había maldad ni trampa. El que jugaba mejor ganaba.

Otro que siempre nos traía problemas era Víctor Hugo Aristizábal, entre más lo insultaban o molestaban, mejor jugaba.

El único clásico que perdió fue el primero (Nacional 3-2 Millonarios) ¿de qué se acuerda?

Ese día los goles nuestros los marcó Édison Domínguez. Él es quizás el compañero que tuve en mi carrera que más fuerte le pegaba al balón. Cada tiro libre cerca del área era medio gol, cuando no entraba era córner, la sacaba el arquero o había un rebote peligroso a favor nuestro. 

Esa era un arma ofensiva muy importante, lastimosamente perdimos con goles de ‘Aristi’, Serna y Carlos Gutiérrez; pero les dimos batalla y estuvimos cerca. 

Ricardo Lunari reconoce que se empezó a dar cuenta de la verdadera rivalidad ante Nacional el 2 de mayo de 1996. Era su segundo clásico, el primero en casa: “Ese día sí fue increíble, estábamos festejando gracias a mi gol, pero nos empató Aristizábal. Yo pensaba que el partido fuerte era con Santa Fe y nada más. Ese jueves supe que la gente incluso puede odiar más a Nacional que a cualquier otro.

Después de las 30 fechas del campeonato finalización llegaban los dos cuadrangulares. Millonarios compartía el grupo ‘B’ con Nacional, Deportes Tolima y Junior. Empezaría la racha de cuatro triunfos consecutivos ante el equipo paisa.

En la tercera fecha del cuadrangular golearon a Nacional ¿cómo se dio un resultado tan abultado?

En ese partido no me tocó marcar, pero jugamos muy bien. Creo que lo definimos 2-0 en el primer tiempo. Fue más sencillo de lo que esperábamos. No era muy usual marcarle tres a Nacional. Era un plantel de mucha jerarquía.

Cuando llegué el equipo no estaba en una buena posición pero de a poquito Miguel Augusto Prince encontró las piezas para cada lugar y terminamos siendo un equipazo. Si a ese plantel se le hubiera dado continuidad habríamos luchado muchos títulos.

¿Qué recuerdos tiene del gol de chalaca en el cuadrangular final ante René Higuita?

Tengo en la memoria que salí a festejar atrás del arco y cuando volvía pasé por el lado de René, me dio la mano y me dijo “te felicito mono”. Un gesto no muy usual en el fútbol, que gran detalle del ‘loco’.

Es el gol más recordado por los hinchas, no sé cuanta gente había en el estadio pero he hablado con 80 o 90 mil personas y todos me dicen que estuvieron ese día en El Campín –risas-. Es un lindo recuerdo que tengo.

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El 14 de julio se jugaba la última fecha del cuadrangular, Millonarios tenía que ganar en Medellín y esperar el triunfo del América ante Deportivo Cali para salir campeón. Ese día era especial para Ricardo Lunari, jugaba su último partido en Colombia, tenía que volver a la Universidad Católica de Chile.

“Estaba desesperado por hacer un gol porque sabía que me iba, se habían cerrado todas las posibilidades de una renovación, necesitaba hacer un gol antes de irme para devolver todo el cariño que me daba la gente”, comenta ‘El Mono’.

¿Nos puede describir ese gol que marcó en el Atanasio Girardot el día de su despedida?

Llegó con un centro pasado a Héctor Valoyes que la metió al medio, era una pelota que iba a agarrar fácil Higuita, él no se da cuenta que yo vengo atrás, la esperó muy abajo, yo salté y con la cabeza alcancé a ganarle. En el suelo vi que la pelota entró y me agarró un ataque de locura.

Tuvimos la ilusión hasta el último momento. Ese fue para mí el sentimiento más fuerte, más intenso, necesitaba despedirme con un gol. Había mucha gente de Millos, todavía los dejaban entrar. Me da tristeza porque al final no logramos el objetivo principal.

Antes de terminar de desempolvar los recuerdos ante Nacional como jugador, surgió una pregunta que muchos se hicieron por la época…

¿Nacional estuvo interesado en usted después de su paso por Millonarios?

No sé sí el club directamente, pero sí hubo empresarios relacionados con el equipo que me tentaron, aunque yo tenía claro que no había posibilidad alguna. No podría haber jugado nunca en Nacional.

¿Alguna vez cambió la camiseta con alguien de Nacional?

Acá en Colombia nunca. Cambié una jugando para la Católica en un cuadrangular en Miami, lo hice con Alexis García porque teníamos una relación fuera del fútbol.

Me gusta mucho escucharlo, sabe mucho, tiene muy clara su profesión, siempre sentí una admiración por él, aparte que me encantaba como jugaba. Esa camiseta de Alexis la guardo en mi casa, tengo como 400 de diferentes equipos.