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América

Alexis Viera: “El ‘Chiqui’ García me clavó el puñal por la espalda”

El arquero uruguayo aseguró que el técnico Luis Augusto García no lo quiere en la institución, pero él respetará su contrato.

CaliActualizado a
Alexis Viera, arquero de América. Foto: Twitter @PulpoViera
Twitter @PulpoViera

En el mismo camerino donde se sentaron los más históricos jugadores del América de Cali, Alexis Viera habló con AS Colombia. Subió el tono de su voz para quejarse por la actualidad del equipo. “El ‘Chiqui’ García me clavó el puñal por la espalda”, tiró.

Nombres como Julio César Falcioni, Roberto Cabañas, Ricardo Gareca, Antony de Ávila, Freddy Rincón, Alex Escobar y otras glorias del América de Cali se sentaron en el mismo camerino que hoy no tiene ni triunfos ni figuras.

En este lugar, el arquero Alexis Viera decidió atender a AS Colombia. Ya no hay gritos de victoria sino un silencio absoluto. En la charla, el uruguayo indicó que se sintió traicionado y que pudo haber ayudado a que América ascendiera en el cuadrangular que se disputó en Bogotá. Sin embargo, fue sacado del equipo.

¿Qué le dice estar en este camerino desolado?

“Es algo que nadie quiere vivir. Es un momento de amargura, de tristeza luego del fracaso. Estamos Diego (Cascón) y yo, entrenando con seis jugadores de la categoría Sub-20, y eso me duele porque sabíamos que podíamos serle útil al grupo. Estar en este vestuario da impotencia. Sin embargo, en el fútbol ya no me sorprende nada, y también sé que hoy nadie levanta este muerto, esto está cada vez más difícil, el camino se ve cada vez más lejos y no ves salida. América es como un cáncer terminal y está en la fuerza del paciente si quiere vivir o morir”.

¿Y qué se debe hacer para el cuarto año de América en la B?

“Sabemos que cada vez se hace más difícil la parte económica, además, la hinchada no nos cree. Los únicos jugadores que se pueden sobreponer a esta presión son los que hayan vivido esta experiencia. Para mí hay que traer siete u ocho jugadores de experiencia y arropar a los más jóvenes. Además, hay que cambiar el tema de la indisciplina, porque todo mundo sabe que acá la hubo y lo más triste de todo es que acá se permite todo. Jugador que cometa actos de indisciplina no es digno de llevar la camiseta del América”.

¿Cómo le informan que no iba a estar en el cuadrangular de Bogotá?

“Cuando terminó el año y me enteré que estaban buscando a arqueros de renombre como Juan Castillo, Vikonis, y luego trajeron a David Monsalve, ya sabía que no iba a jugar y que iba a ser el tercer arquero. Sin embargo, siempre entrené con buena cara y con respeto hacia el técnico (…) Cuando debíamos volver a la concentración en Chía, el 2 de enero, el Gerente Deportivo me mandó un mensaje de texto en el que decía que me tenía que presentar en Cascajal el 3 de enero. Yo sabía que no iba a jugar, pero quería estar con el grupo”.

¿Su exclusión del equipo se dio más por lo personal que por lo deportivo?

“No sé, porque acá en América siempre hubo respeto hacía el entrenador. Creo que puede ser porque no lo lleno en la parte deportiva, que es algo entendible y respetable. Pero me hubiese sentido más tranquilo si me lo hubieran dicho en la cara”.

No estamos en la B para que la gente nos putee en la calle

¿Por qué América no ha podido retornar a la primera categoría?

“Desde que América cayó a la B, todos los técnicos y jugadores hemos fracasado, porque hicimos las cosas peor que los demás equipos; pero ninguno de los que hemos venido acá lo hemos hecho para que la gente nos putee en la calle, ni para pasar vergüenza. No cualquiera se pone la camiseta del América y por eso, América no puede traer jugadores para apostarle al futuro, hay que traer realidades, jugadores maduros”.

Pero, ¿Arango, Viera, ‘Pichú’ Núñez, Córdoba, Arzuaga… tenían experiencia cuando estuvieron en el 2013, además del cuerpo técnico que comandaba Diego Umaña?

“Pero algunos jugaron muy poco, como Martín Arzuaga, y Arango que no podían solos. En América es muy difícil que se arme un equipo porque la mayoría de los jugadores que vienen acá, piensan más en lo individual que en lo grupal; miran más a América como vitrina. América necesita jugadores con sentido de pertenencia, como Fabián Vargas, y acercar a gente como Alex Escobar, (Antony) ‘Pipa’ De Ávila”.

¿Cómo se explica que América haya sido el ‘peor vestido’ de los cuadrangulares, cuando se decía que era el dueño de la fiesta?

“La realidad es que armaron todo para que Cúcuta y América subieran, pero América no hizo la tarea. Los jugadores y la gente que maneja la institución deben ser autocríticos”.

¿El poner frente al Pereira a un arquero inexperto como Monsalve fue como un mensaje directo hacía usted?

“Sé que me quieren aburrir y sacar, pero voy a cumplir mi contrato porque he sido muy honesto con la institución, porque les dejé de cobrar 800 millones de pesos, y eso nadie en la historia del club lo ha hecho, porque hasta los ídolos han venido por plata, y eso que no tengo dinero guardado, porque no he estado en grandes equipos, además, gano un sueldo de la B y tengo 36 años”. 

¿Quién lo quiere aburrir?

“Creo que es un todo, porque si el técnico no te quiere y los dirigentes lo avalan, es porque ninguno te quiere. Veo que lo mío en América ya se terminó. Si quieren, entreno con la Sub-20 o la Sub-17, pero mínimo me voy a quedar acá hasta junio, porque tengo a los niños estudiando (…) En su momento, tuve ofertas para irme a Santa Fe y Uniautónoma, al igual que de Argentina y de equipos de acá del ascenso, pero no me quise ir. Sin embargo, no me valoraron y sé que no me quieren”.

¿Qué va a hacer con su carrera futbolística?

“Voy a hacer el curso de director técnico, y sé que me quedan cinco o seis años más de fútbol, a buen nivel; aunque lo que más soñé es jugar en la A con América y mientras esté aquí, voy a mantener esa mentalidad. Tengo contrato hasta diciembre”

¿Si se encontrara cara a cara con ‘el Chiqui’ García que le diría?

“Nada, no lo saludaría, porque para mí él me clavó el puñal por la espalda. Siempre he sido honesto y todo lo digo mirando a los ojos. Además, no puedo estar con un tipo que sé que no me quiere”.