Santa Fe y el dolor de ya no ser
Abatido, rendido y entregado, Gustavo Costas asumió las dos eliminaciones que en una semana recibió el campeón en El Campín. Primero The Strongest, después Alianza Petrolera…
La defensa que sostuvo el invicto de 22 fechas y parte de los 777 minutos sin recibir gol de su portero Leandro Castellanos lo traicionó. En línea de tres o de cuatro se saltó la ley que lo hizo temible. Recibió goles de pelota quieta con bono extra de eliminación. Santos en Brasil, Medellín en Bogotá, The Strongest en Libertadores, el último de Alianza de penal…
En ataque, dejó sin cura el virus de sus últimos delanteros extranjeros. Denis Stracqualursi sólo marcó uno ante Envigado. Fue uno de los soldados del técnico para la presión alta pero se ahogó en el área porque los centros murieron en el primer palo. Tampoco le ayudó la desesperación de sus compañeros que con el reloj en contra, centralizaron el juego en el último cuarto de la cancha.
El refuerzo que más rindió Johan Arango estuvo ausente en los partidos definitivos por motivos que no están claros. Su mala fama de indisciplina lo persiguió entre los festejos de sus anotaciones que acercaron victorias.
De la columna de esa novena estrella, sólo Johnatan Gómez pudo terminar esta campaña. William Tesillo se lesionó en marzo, Yeison Gordillo hace dos semanas. El argentino desbordado en ganas, y dinámica, lo hizo como el goleador del equipo. Le faltó más respaldo de algunos compañeros.
El contrato de Costas termina en un mes y en la rueda de prensa anunció que “no sé siga o no. Quiero quedarme, pero soy respetuoso. No quiero hacerle daño a Santa Fe"
¿Le quedan fuerzas para seguir?