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NÁPOLES-JUVENTUS

El segundo regreso de Higuaín estará marcado por los silbatos

El Estadio San Paolo se llenará para recibir a la Juventus y en los alrededores del estadio se distribuyeron silbatos y carteles en contra del argentino.

Actualizado a
Silbatos entregados para pitar a Higuaín.

Esta noche en el San Paolo tendrá lugar el segundo capitulo del regreso a Nápoles de Gonzalo Higuaín. Los azzurri se jugarán con la Juventus el pase para la final de la Copa italiana tras el polémico 3-1 del partido de ida, y el campo de Fuorigrotta se presentará lleno hasta la bandera (el club sureño, con una promoción, vendió a precios muy asequibles las entradas para quien las comprara juntas a las del choque de campeonato).

Ayer, la Vecchia Signora llegó en la ciudad arropada por más de cien policias, aunque, como hace tres días, no hubo ningún problema de orden público. Los napolitanos acogieron con indiferencia el grupo de Allegri, aunque está clarísimo que en el estadio el ambiente volverá a estar muy caliente, sobre todo para Higuaín. El delantero, según varios medios italianos, quedó afectado y sorprendido por la enfurecida 'bienvenida' vivida el domingo: en los alrededores del estadio se distribuyeron silbatos y carteles en su contra (con el número 71, que en la Smorfia napolitana significa 'el hombre de mierda') y cada vez que tocaba el balón cada uno de los casi 60 mil tifosi presentes al encuentro pitaba, gritaba, insultaba. Un ambiente “nunca visto”, comentaron varios tertulianos.

Papel higiénico con la cara de Higuaín.
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Papel higiénico con la cara de Higuaín.

El punta, por su parte, en una entrevista a la revista Icon confirmó estar feliz con su decisión: “Turín es una ciudad bonita y tranquila, es verdad. Estoy contento con mi elección porque encontré una tranquilidad dentro y fuera del fútbol, que es lo que buscaba”. Los napolitanos, heridos por haber visto al jugador que más amaron acudir al peor rival, no apreciaron estas frases, y preparan otra calentísima acogida. Su esperanza es que tenga el mismo efecto del domingo, cuando, por primera vez en este curso, el Pipita no tocó ni un balón en el área rival.