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Fútbol colombiano

Russo: “Estoy bien en Bogotá, me gusta trabajar en Millonarios”

El DT completa dos meses de trabajo con el equipo y le dijo a AS Colombia que se siente cómodo con la ciudad y el club. Destacó las inferiores y habló de José Pékerman.

BogotáActualizado a
Russo: “Estoy bien en Bogotá, me gusta trabajar en Millonarios”

Millonarios y Bogotá sorprendieron a Miguel Ángel Russo en las fiestas de fin de año que disfrutaba en Argentina. El equipo azul se movió rápido tras la renuncia de Diego Cocca y lo contactó para asumir de urgencia con la pretemporada y la Copa Libertadores contra Paranaense muy próximos.

Aceptó y con su grupo de colaboradores de siempre, del que hace parte su amigo Hugo Gottardi aterrizó hace dos meses para conducir una camiseta histórica que lo recibió de la mejor manera. En diálogo con AS Colombia, el entrenador repasa su experiencia en la capital.

¿Este Millonarios es lo que esperaba?

Me encontré la idea que tenía, un club grande, con todas las exigencias de un club grande. Me correspondió inaugurar la nueva sede, la estamos armando como debe ser. Esto es como una casa que la vamos mejorando más. Es bueno porque tenemos un lugar propio, es bueno porque tenemos las divisiones menores al lado y comparto mucho con ellos. Hay mucha comunicación, eso habla del desarrollo y el crecimiento de un club, pero es difícil de explicar porque no se ve, es un trabajo de hormiga, es todos los días, pero es donde está el futuro, hay que seguirlo proyectando, sin jugadores no hay club.

¿Cómo encontró el fútbol base, el de inferiores?

Hago énfasis en algunos chicos, en comunicación directa con la gente que es lo más importante. Entrenan a la par del plantel profesional, me hacen de sparring, de acá a algún tiempo verán las diferencias de estar todos juntos o desparramados, todo eso es crecimiento, cosas que antes no tenían.

Se viene una maratón de clásicos en el fútbol colombiano, América el fin de semana, luego Santa Fe y Nacional…

Es bueno jugarlos. Los clásicos son la sal del fútbol, si no existieran sería bastante aburrido. Por eso existen los clubes grandes y la diferencia con el resto. Es un placer jugarlos. Son todos equipos importantes, reconocidos, es el fútbol en sí mismo, estadios llenos, todos parte de lo lindo que es el fútbol.

¿Por qué aún no juega Alexis Zapata?

Si hay una inactividad importante, lesiones o contratiempos eso es lo que nos cuesta. En esta etapa de competencia sufrimos un poco de cosas, estar inactivo te cuesta volver a recuperar, venir de otro fútbol y más como es el fútbol colombiano que no es simple, que no es fácil, también te cuesta y sabremos cuando es el momento. Esta es la situación de Zapata que está en la etapa en donde se está definiendo. Esta semana tuvo contratiempos, le cuesta la puesta a punto, no es tan simple. El fútbol colombiano en un momento exige mucho y si te fuiste en un nivel no es el mismo en mismo nivel en el que vuelves.

¿Lo sorprendió el nivel de Harold Mosquera?

Es un buen chico, es obediente. Hay que acompañarlo en este desarrollo, porque ahora viene lo más difícil. Ya pasó el debut, ya pasaron tres partidos, ya lo empiezan a conocer, lo empiezan a ver los rivales, por eso hay que estar al lado de ellos.

¿Estaba al tanto del fútbol colombiano?

Desde lejos uno tiene una idea. Tengo amigos que han venido acá.

¿Cuál es su opinión sobre nuestro fútbol?

El fútbol colombiano tiene que estar en crecimiento permanentemente, tiene que tener las estructuras que sean necesarias para seguir creciendo. Tuve jugadores colombianos con los que sigo en contacto, yo los veo bien. Yo estoy bien en Millonarios, estoy bien en Bogotá, no tengo ningún tipo de problema y me gusta trabajar acá.

¿Qué impresión le dejaron los colombianos que dirigió?

He dirigido muchos que han tenido niveles muy altos. Fabián Vargas, Giovanny Moreno, Teófilo Gutiérrez, Duván Zapata y Carlos Carbonero que los llevé cuando no los conocía nadie, ni siquiera acá. Eso me permitió conocer la idiosincrasia del fútbol colombiano que tiene técnica, tiene buena respuesta física.

De los técnicos argentinos siempre se dice que son cabaleros, de Miguel Ángel se habla es de su ropa, especialmente la chaqueta de paño azul y ya se piensa que como perdió el fin de semana qué se va aponer ahora.

No creo en cábalas, tengo hábitos. El fútbol es una fiesta y me gusta estar bien vestido, es como me levanto, es lo último que elijo para un partido de fútbol. Nada tiene que ver que gane o que pierda.

¿Ya tuvo contacto con José Pékerman?

Aún no. Considero que su proceso es bueno, el desarrollo es bueno, desde donde lo miren, mantenerse ya en un cargo a ese nivel es importantísimo, nosotros le damos trascendencia a lo que es ser entrenador de una selección es algo difícil, hay muchas cuestiones en el medio, mucho ego en el medio también, un montón de cosas que están. José las ha asimilado en un país extranjero, donde se ha acomodado y bien venido sea.

Usted estuvo cerca dirigir Argentina hace un par de meses…

Para un entrenador la selección es lo máximo, cuando no te eligen, tiene que sacar conclusiones, los momentos los pone Dios y no el ser humano. Tres veces he estado cerca, un día me llamaron, me acosté siendo el técnico de la selección y me levante y no fui. Dios sabrá por qué me ha costado. La otra vez me quedé por fuera del Mundial de México 86 por una lesión con todo el proceso de 25 partidos internacionales, y pensé que se me venía el mundo abajo, Después Dios mismo y la pelota me devolvieron como entrenador un montón de cosas que como futbolista no pude. La pelota es redonda, gracias a Dios, va y viene.