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Era previsible saber que el 1-0 conseguido en Cartagena por Junior ante Tucumán, no alcanzaría para conseguir la clasificación a la ronda siguiente de la Copa Libertadores. Era de suponer, como se comprobó que los tucumanos, saldrían a buscar con goles su paso.

La flojísima defensa de Junior, mal en los cierres, sin coberturas oportunas, facilitó la consecución del objetivo del local. De manera increíble se durmieron diez minutos, entre el 20 y el 30 de la inicial, recibieron los tres goles que aseguraron muy temprano el avance de los tucumanos.

Junior recibía uno y seguía igual. Enseguida otro y uno más, sin poder reaccionar y luciendo timorato, asustado. Atlético Tucumán, sin haber jugado bien los primeros minutos se encontró con el camino allanado y sin oposición ordenanza de los barranquilleros.

Curiosamente, el ingreso de Sebastián Hernández, por Aguirre, ofreció con un golazo el renacer de las esperanzas para Junior. Ocurre que su presencia fue tardía y aunque Aponzá, estuvo cerca del segundo, gran atajada de Luchetti, que hubiese significado mucho en el futuro inmediato de Junior, puso en los últimos minutos a sufrir a la parcialidad local. Antes de su salida, Aguirre, había estrellado un remate en el vertical.

Surge en consecuencia una pregunta. ¿Por qué Junior se acordó tarde de ir a pelear en el área argentina, si tuvo destellos de su poder? Más que eso, ese pasaje de diez minutos regalados, donde recibió el castigo de tres goles, resultó costoso e imperdonable.

El panorama para Junior está claro. A dedicarse de lleno y con concentración al campeonato local, donde viene perdiendo terreno. Más que un consuelo, es la única vía para recuperar la credibilidad con sus hinchas. Es preciso ajustar la zona de Quiñonez el lateral izquierdo, que cuando quiere salir, lo desarman, al menos así se vio en este partido. Definir el grupo de volantes para armar juego. Estrada, Aguirre, Hernández y hasta Jarlan Barrera. Arriba dispone de cuatro jugadores, Toloza, Aponzá, Ovelar y el argentino Cuesta.

Dicho bien claro. Disponen de suficiente número de jugadores y la tarea de Gamero, es conseguir la mejor y más eficaz formación. En pleno Carnaval, de alegría y rumba, tal vez pueda disimularse la tristeza de esta eliminación. No le alcanzó la victoria en Cartagena y le quedó faltando un gol.