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Liga Águila

Miguel Borja: “El hambre me llevó a superarme”

El goleador de la Liga Águila, y reciente verdugo de Santa Fe, habló con AS de su esforzada vida. De las goteras que caían en su casa a los insultos de los hinchas ‘Cardenales’.

CaliActualizado a
Miguel Borja: “El hambre me llevó a superarme”
Diego PinedaColprensa

La vigilia se repetía cuando llovía en Tierralta (Córdoba). “Caían muchas goteras, había que poner baldes hasta en las camas para que no se inundara la casa. Pasamos momentos muy difíciles. Si había para el desayuno no había para el almuerzo y si almorzábamos, se embolataba la cena. El hambre fue que me llevó a superarme. Les hacía mandados y les limpiaba los patios a los vecinos para ganarme un ‘centro’ (plata) para ir al colegio. Eso nunca se olvida. Mi mamá vendía empanadas pero en ocasiones no había nada en la casa, entonces, tocaba preparar la carne que era para las empanadas y dejar de vender ese día”, recordó Miguel Ángel Borja.

Hoy es el connotado goleador del fútbol colombiano (17 goles), un par de goles más lo encumbrarán como el máximo anotador en Torneos cortos, superando a Jackson Martínez (18 goles con Medellín en el Finalización de 2009). A Borja le sobra seguridad, persistencia. Capaz de irradiar la melancolía en El Campín, de motivar la ira impotente de los hinchas de Santa Fe.

“La gente me insultaba, recibí malas expresiones, pero entiendo que son sentimientos de impotencia, de rabia del momento”, comentó Borja sobre el gol que le anotó al conjunto ‘Cardenal’, el pasado sábado en el juego de vuelta por los cuartos de final, y agregó: “entré a la cancha con temor de que quedáramos eliminados, con esos nervios, pero a la vez, tenía fe en Dios; este grupo sabe que Dios nos puede llevar a la final, y luego del gol, lo único que quería era darle la gloria y la honra a Dios, algunos compañeros me agarraron y los empujé sin querer, porque primero está Dios. Frente a Santa Fe se vio la mano de Dios”.

Tres días antes, Borja también había demostrado su contundencia frente al mismo rival. En ese juego de ida, en el Doce de Octubre de Tuluá, Santa Fe padeció al goleador del campeonato. Borja los incluyó en la lista de equipos a los que les ha anotado doblete en el presente semestre. Antes lo había hecho frente al Cali (fecha 1), Nacional (fecha 14), y Millonarios (fecha 17); además, registró una tripleta frente al Once Caldas (fecha 15).

Cortuluá se esfuerza y celebra con el Miguel Ángel Borja; al tiempo, en el Deportivo Cali lamentan haber desechado al joven deseoso e ilusionado que pedía poco a cambio de jugar con los verdiblancos. “En Cali vivía en la casa de mi padrino, ellos tenían una ferretería y me tocaba ayudarles para ganarme la comida, los pasajes y los guayos, hasta que conocí a César Valencia (dueño del equipo aficionado Fútbol Paz) y me dediqué de lleno al fútbol. Fui al América, pero el equipo estaba en crisis económica, entonces, surgió la posibilidad de ir al Cali. El técnico de la Sub-20 era ‘el Maestro’ Arboleda, llegué (tenía 18 años) con la ilusión de ganarme un nombre y la posibilidad de que me hicieran un contrato, pero no me lo hicieron y por eso me fui al Cúcuta”.

Cada celebración parece alejarlo más del balompié nacional. “Regularmente, los goleadores de los Torneos, se van al exterior y es difícil que me quede en Colombia porque hay intereses de otros clubes, dinero de por medio. Cortuluá necesita muchos recursos para sobrevivir y se va a decidir por la mejor propuesta. México sería una buena opción, al igual que Portugal y Bélgica”, sostuvo el atacante del conjunto tulueño.

Hoy con 23 años (26 de enero de 1993), espera ganarse un lugar para jugar con Colombia en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Ya dejó de llover en su casa en Tierralta. “Desde muy chico fui perseverante, busqué lograr el sueño de hacer feliz a mi familia, a mis padres. Deseaba darle una casa hermosa a mi mamá y gracias a Dios la vieja ya tiene su casa, se la arreglé hace cerca de tres años, fue una bendición enorme”, puntualizó.