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Quedé contento con lo visto a la Selección Colombia en el primer tiempo. Sin afán ni angustia, esperando y construyendo la oportunidad frente a Gallese. Entre el minuto 30 y el 35, la Selección se aproximó, hasta que Teo Gutiérrez, a la salida de un tiro de esquina, cobrado por Cuadrado y cabeceado por Zapata, brindó la primera gran alegría, que inclusive se pudo haber vivido antes, cuando Carlos Bacca cabeceó mal y libre.

Cardona y Fabra por zona izquierda tuvieron buen rendimiento, incluyendo el tiro libre sobre el cierre de este periodo, que ejecutó correctamente Cardona. La presencia de este jugador, no tuvo la compensación necesaria en la orilla opuesta, porque Cuadrado la ha intentado sin lograr cristalizar una jugada efectiva. Guarín flojo en los remates de media distancia, dispuso de dos, pero le pegó mal al balón.

La defensa no ha sentido exigencia mayor a pesar de la presencia de Guerrero y Pizarro, mientras que Carrillo fue el más activo de los peruanos y extrañamente Advíncula sin apoyo ni salida, como lo había mostrado en la última Copa América.

Así que control, llegada y seguridad en el plan de juego en la inicial. Es de suponer que los peruanos cambiaran su estilo y plan para la complementaria.

Quedé preocupado y con mucha angustia el segundo tiempo. Los peruanos encabezados por Carrillo decidieron ir por el empate, sin interesarles perder por más de un gol. Casi lo logran porque se fueron quedando varios jugadores nuestros, no se si por cansancio o calambres.

Lo cierto es que Fabra y Cardona resultaron los de mayor regularidad y aporte por su sector izquierdo. Y para Cardona un premio adicional por el gol en el cierre, cuando pudo ubicar un contragolpe bien iniciado por Cuadrado.

La salida de Teo y Bacca y el ingreso de Alex Mejía, mostraron a las claras de la preocupación y lectura del partido que hacía Pekerman. Como le pasa en el Chelsea, Falcao entró faltando quince minutos y no aportó, sin que fuera culpa de él.

Ganar, así sea con angustia vale y más cuando se consigue como local.

Mucho mejor el primer tiempo y descompuesto por largos periodos el segundo tiempo. Me alegró saber que la línea defensiva está estabilizada y en el medio, con un solo volante es complicado, porque el rival, si tiene con qué y quienes, resulta complicado atajarlos.

El resultado da esperanzas y ante todo genera confianza en el grupo. Con angustia y el gol en el cierre de Cardona.